Empate meritorio logrado por el Ciudad en casa del líder del tercer grupo de la primera regional, aunque no sabe del todo bien una vez la renta era de 0-2 en el minuto 75 de juego, y el empate llegó en el 90.
Alineación Ciudad: Moli, Polo, Medina, Hinojo, Tito, David, Victor, Rivas, Álvaro, Javichy y Nando.
Anotaron para el Ciudad: Nando (28") y Rivas (67").
Se presentaba el Ciudad, en su segunda salida consecutiva,
en casa del líder, la A.D. Alhóndiga con las dudas entre la afición tras la
mala imagen dejada la semana anterior en Titulcia ante el Ciempozuelos C.F,
donde salió goleado truncando de la peor manera posible su gran racha de cuatro
victorias consecutivas.
Once inicial del CD Ciudad de Los Ángeles esta manaña |
Pero pronto quedó claro que el conjunto blanquinegro salía
al terreno de juego con una actitud completamente diferente. De nuevo se veía
al Ciudad serio, concentrado, solidario y rocoso de las semanas anteriores a
Titulcia. El caso fue que el líder del grupo se vio sorprendido al no poder
plasmar su presunta superioridad. No generaba ocasiones y tan solo un par de
balones sueltos en el área generaron algo de inquietud en la defensa visitante
y en el minuto 16 un peligroso disparo fue bien resuelto por Moli.
Por su parte
el Ciudad, tampoco era capaz de llegar con peligro al área morada. Tan solo
Javichy, por su banda derecha, generaba complicaciones a la zaga local. En una
de esas jugadas, en el minuto 22, hubo un posible penalti por manos de un
defensa local, que el árbitro por unos instantes pareció que iba a señalar,
pero finalmente no fue así. Pero ya el Ciudad había conseguido generar dudas a
la A.D. Alhóndiga. Dudas que se acrecentaron en el minuto 26 cuando de nuevo
Javichy, en una de sus jugadas a las que nos tiene habituados, desbordó por
banda derecha centrando al área un balón que, no exento de dificultad, fue
magistralmente rematado por Nando a la
red. Era el 0-1, un tanto sorpresivo, pero que dejaba bien claro que el Ciudad no
era el de la semana anterior.
Lamentablemente, Javichy, con molestias
musculares, tuvo que ser sustituido en el minuto 30. Una nueva parada de Moli
en dicho minuto fue una de las pocas respuestas que el líder tuvo antes de que el
árbitro, que hasta ese momento estaba realizando una más que aceptable labor, posible penalti aparte, señalara el final del primer tiempo.
Tras el descanso, como no podía ser menos, el club local adelantó
líneas y apretó con insistencia, fundamentalmente con incursiones por las bandas y
con balones aéreos, bien resueltos por el portero y la defensa visitante. El Ciudad
había tenido que sustituir a un acertado Medina, también con problemas
musculares, en el lateral derecho, por un Piñero todo pundonor, pero que tuvo
más problemas en su banda por la velocidad de la delantera local.
Pese a la subida de intensidad de la A.D. Alhóndiga, no
había una sensación de excesivo peligro. El Ciudad solventaba los achuchones locales
dejando una buena sensación de fortaleza y sacrificio, debido en buena parte al
gran trabajo de todo el centro del campo, con una dupla Víctor-David que va
creciendo semana tras semana. Muy buen trabajo de Alvaro en su banda, gran
brega de Rivas y el sacrificio de Nando (luego, Sergio)
y Bengo arriba ayudando al equipo. Los minutos transcurrían y el equipo local
veía que solo en jugadas a balón parado conseguía poner en ciertos apuros a los
visitantes. La sorpresa de que el Ciudad se llevara los tres puntos se iba viendo
posible.
Y mucho más cuando, en el minuto 67, en una falta en banda
izquierda magistralmente lanzada por Tito, el balón fue ligeramente desviado
por Rivas, suponiendo el segundo gol del Ciudad, poniendo el 0-2 en el marcador, con menos de 25 minutos
por delante. Tal vez era premio excesivo por lo visto hasta el momento en el terreno de juego, pero
justo en cuanto a recompensa del gran trabajo visitante.
Lamentablemente, tras
el gol, Tito tuvo que ser sustituido por problemas musculares.
Hubo que recomponer el equipo, pasando Víctor al centro de la defensa y saliendo Pedro en el centro del campo.
A partir de aquí fue cuando el árbitro tomó un protagonismo inesperado,
señalando excesivas faltas a favor de los locales, siendo que
–precisamente- a balón parado era cuando
mayor peligro creaba la A.D. Alhóndiga. Además, comenzó el recital de tarjetas
amarillas al Ciudad en un partido exento totalmente de dureza.
Como ocurriera en alguna que otra ocasión, las faltas y las tarjetas rigurosas descentraron un tanto al Ciudad. En una de
tantas faltas, un remate del Alhóndiga fue rechazado por el travesaño con tan mala
fortuna para los visitantes que el balón quedó muerto para que un jugador del
Alhóndiga rematara a placer el 1-2. Era el minuto 77. Tocaba sufrir.
El
Alhóndiga se volcaba en la portería del Ciudad que se dedicaba a defenderse
como podía sin apenas conseguir inquietar la portería local. El colegiado
incrementó el rosario de faltas y tarjetas hasta que, en el último minuto del
partido antes de la prolongación, en una jugada desafortunada el Alhóndiga se
aprovechaba de un barullo en el área para conseguir el 2-2, que fue muy
celebrado por el líder, que había visto la derrota muy cerca. Los siguientes
minutos fueron muy tensos con un árbitro y uno de sus asistentes más pendientes
del banquillo visitante que del juego. Tras expulsar a uno de los jugadores del
Ciudad que estaba en el banquillo tras ser sustituido, y con el ambiente muy
enrarecido, el colegiado hizo lo mejor: decretar el final del partido.
Mal
sabor de boca en el Ciudad que había visto muy cerca tres puntos vitales y se
tenía que conformar con uno. No obstante, en el cómputo total del partido el
empate puede considerarse justo. Lo malo fue la forma de producirse este empate
cuando a 13 minutos del final el 0-2 hacía presagiar un triunfo importantísimo
en la cancha del líder.
Lo mejor: el gran trabajo de todo el Ciudad en todas sus
líneas. Recuperando buenas sensaciones.
Lo peor: no es la primera vez que, cuando los árbitros no aciertan, el
equipo se descentra y el perjuicio para el mismo es notable.
Cronista Adjunto: A.Manzano
Lastima las 3 importantisimas lesiones, que maniataron al entrenador para poder rearmar al equipo en los minutos finales.
ResponderEliminarHay que quedarse con lo + que hay mucho.
El que hizo la foto se podía haber ido más lejos...
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